Por Clemente Álvarez: @clementealvarez
Uno de los grandes logros que se han dado en esta Cumbre del Clima de París (COP21) es la presentación de objetivos concretos para reducir sus emisiones de CO2 por parte de casi todos los países. Casi todos, sí, hay 11 estados que no han entregado en Naciones Unidas compromiso alguno para recortar sus gases de efecto invernadero a partir de 2020.
Como se puede comprobar en la lista de contribuciones nacionales de la Secretaria de Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a 1 de diciembre, estos países son Corea del Norte, Libia, Nepal, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, Siria, Timor Oriental, Tonga, Venezuela y Uzbekistán.
En algunos de ellos es más comprensible por encontrarse en guerra o estar todavía recuperándose de un desastre natural. Otros llaman más la atención, como los iberoamericanos Panamá, Nicaragua o Venezuela. Este último país, productor de petróleo, es especialmente recordado en estas conferencias climáticas por dar todavía más surrealismo al decepcionante final de la Cumbre de Copenhague de 2009, bloqueando el tenue acuerdo conseguido en el Plenario de Naciones Unidas (en las COP los acuerdos deben aprobarse por unanimidad).
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No obstante, si algo demuestra esta lista es que el esfuerzo que se está tratando de poner en marcha en París tiene realmente una dimensión planetaria. También es verdad que, como ha calculado la Agencia Internacional de la Energía, la suma de estos compromisos es insuficiente para lograr que la temperatura no suba más de los 2 °C, el margen fijado hasta ahora como seguro. Si se cumpliesen todas estas contribuciones de los países, para final de siglo la superficie del planeta se habría calentado 2.7 °C. No obstante, ese es uno de los puntos que debería resolver la COP21. El de la acción global, sí se ha conseguido.
No obstante, si algo demuestra esta lista es que el esfuerzo que se está tratando de poner en marcha en París tiene realmente una dimensión planetaria. También es verdad que, como ha calculado la Agencia Internacional de la Energía, la suma de estos compromisos es insuficiente para lograr que la temperatura no suba más de los 2 °C, el margen fijado hasta ahora como seguro. Si se cumpliesen todas estas contribuciones de los países, para final de siglo la superficie del planeta se habría calentado 2.7 °C. No obstante, ese es uno de los puntos que debería resolver la COP21. El de la acción global, sí se ha conseguido.
Aunque muchos de estos países tienen poca culpa del problema causado por las emisiones de CO2, la mayoría de los países desarrollados han presentado sus contribuciones. Algunos más ambiciosos, otros con objetivos bastante tenues, casi todos han ido presentado sus contribuciones. Países como Arabia Saudí, Qatar, Kuwait, Angola, Nigeria… así hasta más de 180. Ayer a última hora, se sumaba todavía uno más: el sultanato de Brunei, un pequeño estado al norte de la Isla de Borneo.
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