- Es tentador colocar el punto de inflexión de Blackberry en 2007, el año en el que Steve Jobs mostró por primera vez el iPhone. Sería un error. En el libro Losing the Signal, el periodista de The Globe and Mail Sean Silcoff explica la enorme indiferencia con la que la que los fundadores de la compañía reaccionaron ante el nuevo competidor. "Si el iPhone ganaba tracción en el mercado, creían los ejecutivos de RIM -nombre del fabricante hasta el año 2013-, lo haría gracias a consumidores que estaban más preocupados por YouTube que por la eficiencia y la seguridad. El núcleo de clientes de RIM estaba seguro porque valoraban la calidad de las comunicaciones y la seguridad de sus sistemas".
- Dicho de otra forma, con un teléfono de menor autonomía, sin teclado físico y que no estaba preparado para la empresa, el iPhone de 2007 no parecía un rival a tener en cuenta. A Mike Lazaridis, fundador de la compañía en 1984 y presidente hasta el año 2012, lo único que le llamó la atención fue que Apple apostase por unnavegador capaz de mostrar páginas web completas. Los operadores con los que Blackberry había llegado a acuerdos de distribución hasta entonces se mostraban reacios a esta práctica debido al alto consumo que suponía para las redes de datos. Un año más tarde, la evaluación de los primeros teléfonos con sistema operativo Android sería la misma. Algunos de los primeros modelos contaban con teclado físico pero nada que pudiera acercarse en calidad, seguridad y potencia a los millones de teléfonos que Blackberry ponía en los bolsillos de ejecutivos o funcionarios del gobierno.
- No, la inflexión de Blackberry, el punto que marca el comienzo del declive, no llegó en 2007 ni en 2008. Hay que buscarlo a finales del año 2010. Hasta entonces las ventas de dispositivos seguían creciendo trimestre a trimestre. Lo hacían, además, con una progresión única en la industria. Mientras los teléfonos de Apple y Google estaban dominados por ciclos de venta estacionales -picos durante las navidades y un mercado más apático durante el resto del año- Blackberry, gracias al mercado empresarial y gubernamental, mantenía un crecimiento constante.
- La respuesta
- La compañía no estaba ciega. El smartphone empezaba a sustituir al teléfono móvil convencional en el bolsillo del consumidor doméstico y ese era un mercado en el que Apple o Google tenían mejor reputación. Blackberry trató de maniobrar lanzando al mercado varios modelos de teléfono con pantalla táctil, renovando su sistema operativo, apostando por servicios de música o mejores cámaras de fotos. Pero ésta era una apuesta complementaria a ese núcleo que seguían viendo seguro e impenetrable. Parafraseando la famosa campaña de IBM -una empresa con la que ahora se pueden dibujar muchos paralelismos- a ningún responsable de tecnología de una gran empresa le despedirían por elegir Blackberry. Mientras esa máxima siguiese siendo cierta, todo iría bien.
- La estrategia de expansión funcionó en algunos países. España, por ejemplo, se convirtió rápidamente en uno de los bastiones de la multinacional canadiense. Whatsapp aún no era conocido y Blackberry Messenger, el sistema de mensajería de la compañía, resultaba una alternativa mucho más barata que los SMS de las operadoras. Por seis euros al mes era posible chatear sin límite y navegar sin límite. A finales de 2012 más del 64% de los jóvenes españoles utilizaban Blackberry, según datos de la operadora Orange. La misma situación se repitió en Brasil y partes del sudeste asiático.
- Pero, mientras en algunos países Blackberry conseguía encontrar nuevos clientes; en otros, como EEUU, perdía los que hasta entonces habían sido sus usuarios más fieles. El gran error de cálculo estuvo en no prever el efecto del conocido comoBYOD -en inglés "trae tu propio dispositivo"-, el creciente uso del teléfono personal como herramienta de trabajo. Contentos con la experiencia de uso y la facilidad de sus smartphones personales, los directivos y ejecutivos de las compañías comenzaron a pedir que les dejaran usar esos mismos dispositivos en la empresa.Cambios en las plataformas de Apple y Google, como un mejor cifrado y la posibilidad de administrar remotamente los terminales, consiguieron que poco a poco los administradores de sistemas más reacios dieran su brazo a torcer.
- Los nuevos mercados hacia los que se expandió la compañía resultaron ser menos rentables de lo previsto. Los jóvenes no podían permitirse móviles al mismo precio que pagaba un ejecutivo. También duraron poco. Smartphones con sistema operativo Android de muy bajo precio sedujeron a muchos de los usuarios. El efecto no tardó en notarse en las cuentas de la compañía. En junio de 2012 Blackberry anunciaba las primeras pérdidas económicas en ocho años.
- Los dos presidentes de la compañía, Lazaridis y Balsillie, habían anunciado su cese pocos meses antes. El encargado de sustituirlos fue Thorsten Heins, un ejecutivo de la compañía que, desde 2007, tuvo desde el principio muy clara su misión:acelerar los planes del nuevo sistema operativo, Blackberry OS 10, en el que la empresa tenía puestas sus esperanzas, y aligerar lo máximo posible la compañía de cara a una posible venta en un futuro cercano.
- La venta nunca llegó, a pesar de varios rumores del posible interés por parte de Samsung o Microsoft en el catálogo de patentes de la compañía. Blackberry OS 10, que debutó finalmente con un año de retraso, tampoco logró detener la sangría de clientes. Blackberry esperaba que la compatibilidad con aplicaciones de Androidconvenciera a los usuarios de que con un teléfono Blackberry tendrían lo mejor de ambos mundos, la legendaria seguridad y las aplicaciones que los desarrolladores se negaban a crear de forma nativa para el sistema operativo. La implementación, sin embargo, era compleja y muchas aplicaciones daban problemas.
- En el otoño de 2013, Heins se retiraba de la presidencia, reemplazado por John S. Chen, al tiempo que el consejo directivo de la compañía reconocía estar abierta a cualquier oferta.
- El último cartucho
- En los últimos dos años, Chen no ha logrado cambiar la tendencia. En su mejor momento Blackberry llegó a vender más de 15 millones de teléfonos por trimestre. En el cerrado la última semana de septiembre, las ventas no han llegado ni al millón de unidades. Como fabricante de telefonía, Blackberry no es ni la sombra de lo que una vez fue.
- La empresa no sólo vende teléfonos y el resto del negocio es lo que ahora ayuda a sostener la menguante estructura empresarial. "Blackberry se está convirtiendo en una compañía de software y servicios. Alrededor del 60% de sus ingresos el último trimestre vienen de ahí", apunta Alex Barredo, analista del mercado de telefonía móvil. Desde la llegada del actual presidente, Blackberry se ha enfocado en lacreación de herramientas para empresas agnósticas en cuanto a plataformas móviles se refiere, software que las grandes compañías pueden utilizar para administrar de forma segura la flota de dispositivos móviles de los trabajadores.
- John S. Chen, sin embargo, guarda un último cartucho. Lanzará al mercado en los próximos meses un nuevo teléfono, el primero creado con sistema operativo Android. Bautizado como Priv, hará hincapié en la seguridad y privacidad y como muchas de las Blackberry tendrá un teclado físico. Este nuevo teléfono no supondrá la desaparición inmediata de los teléfonos equipados con el sistema operativo BBOS 10. "Tenemos aún muchos usuarios fieles de Blackberry 10 ycuentas gubernamentales y de industrias altamente reguladas que aún necesitan esta plataforma, pero necesitamos averiguar cómo de rentables son", afirmaba el presidente de la compañía tras el anuncio.
- Barredo, sin embargo, no cree que la apuesta vaya a funcionar. "A todos nos gustaría ver un resurgimiento y el Priv podría ser el inicio, pero no creo que el mercado esté suficientemente abierto a un teléfono como ese ahora mismo". El papel que mejor podría haber jugado la compañía en la plataforma Android, el de proveedor de soluciones empresariales de alta seguridad, es uno en el queSamsung ha mostrado interés en los últimos años. El gigante coreano ha desarrollado una suite de servicios de seguridad, Knox, y ha llegado a un acuerdo con Google para implementar varios de ellos en la rama oficial de desarrollo del sistema operativo.
- A Chen, mientras tanto, el tiempo se le agota. En las arcas de Waterloo, sede de la empresa, quedan 3.000 millones de dólares, pero en Wall Street parecen descartar el resto de activos. La capitalización bursátil de la compañía, hoy es de 3.500 millones de dólares. La acción llegó a cotizar a 123 dólares, hoy se vende por poco más de seis.
sábado, 10 de octubre de 2015
Blackberry En La agonía
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario