Mexicanas que le ahorran toneladas
- Además, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), una familia rural que cocina con fogones abiertos puede consumir hasta 32 árboles al año.
- Por lo anterior, emprendedores de InfraRural, egresados de la UNAM, quieren mejorar la salud, la calidad de vida y la economía de las comunidades más remotas de México con tecnología simple y accesible.
- Ellos lo hacen con la ayuda de estufas ecológicas (ahorradoras de leña) que junto con un monitoreo constante (en apoyo a la adopción de esta tecnología) generan diversos impactos en las comunidades beneficiadas, entre ellos ahorro de tiempo, mejor salud y reducción de tala de árboles y de CO2 emitido, además de organización y alternativas para trabajo futuro en la resolución de sus problemáticas.
- Desde su creación InfraRural ha logrado grandes beneficios en diferentes aristas del problema:
- 2,100 personas beneficiadas en Michoacán, Guerrero, Puebla, Estado de México, Oaxaca y Chiapas
- 11,530 toneladas de CO2 mitigadas
- Usuarios que ahorran entre 65% y hasta 80% en leña en comparación con la cantidad normalmente utilizada en un fogón abierto de tres piedras
- Estufas que ayudan a expulsar hasta 95% del humo del interior de las cocinas
- Una de sus estufas evita la generación de 7.1 toneladas de CO2 equivalente al año.
- ¿Qué los hace diferentes?
- InfraRural nació en 2006 como una actividad estudiantil que buscó acercarse al desarrollo de mecanismos de participación comunitaria a partir de brigadas multidisciplinarias de voluntarios.
- Ya en 2009 nació su modelo –la Estufa Xalpaneca– como resultado de combinar las mejores experiencias tecnológicas para la cocción de los alimentos con la tecnología tradicional utilizada en las comunidades rurales impactadas.
- Así la Xalpaneca, que es una estufa de construcción in situ, fabricada con lodo barroso, arena y cemento, evita talar un promedio de 25 árboles al año y tiene un costo total de 1,600 a 1,800 pesos dependiendo de la zona en que se instale.
- InfraRural se sostiene a través de dos vías: vender mediante su SAPI unidades tecnológicas a sectores gubernamentales, ONGs y corporativos mediante ESR. Mientras que con la AC, InfraRural recauda donativos de convocatorias para amortizar los costos.
- A pesar de que su tecnología no es propia, sino que es una mezcla entre dos tipos de estufas (y que por lo tanto no es patentable), cuentan con una metodología propia llamada “Monitoreo de uso sostenido”, que contempla desde la penetración comunitaria hasta los procesos de evaluación de la adopción después de seis meses de uso de la estufa.
- Al ser la premisa la “adopción de la tecnología”, antes de ofrecer la solución realizan un piloto con miembros de la comunidad para sondear la potencial adopción de las estufas.
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